En la cordillera de Talamanca encontramos al  pueblo de los Bribrí;   este  territorio indígena  solamente es accesible si se cuenta con un Guía y transportándose en  una canoa por el río Yorkín, que funciona como frontera natural entre Costa Rica y Panamá, en este recorrido usted podrá admirar  la belleza e inigualable vegetación que le ofrece el lugar.

En el pueblo tendrán la oportunidad única de hacer contacto con los nativos de la zona, podrá aprender más sobre la cultura Bribrí, además de visitar algunas áreas como las plantaciones de cacao orgánico y de  banano, podrán observar cataratas que les quitarán el aliento.

Hoy en día los nativos también siembran arroz, yuca y frijoles para su propio consumo, cada familia es dueña de una pequeña parcela en este bosque lluvioso que se sienten  felices de mostrar y compartir con los visitantes.

Luego de una pequeña visita guiada por la aldea llegaremos al “Refugio de Mujeres”; ahí se les brindará una explicación del proceso de producción de cacao,  en el que ustedes observaran desde la fruta, su procesamiento y finalmente podrán hacer una degustación de chocolate hecho en casa con bananos frescos, el cual es simplemente una delicia. 

El tiro con arco y un refrescante chapuzón en el río más cercano con los niños del pueblo son una oportunidad única para conocer desde  adentro la cultura Bribrí.

Hace algunos años muchos hombres del pueblo,  tuvieron la necesidad de irse debido  a la escasez de alimento, ellos fueron a trabajar a las plantaciones de banano en las afueras del pueblo,  lo que desafortunadamente trajo algunas desventajas. La larga distancia que tenían entre sus familias los llevó al alcoholismo  y al tener  contacto diario con insecticidas aumentó la infertilidad de los trabajadores. 

Las mujeres de Yorkin en busca de alguna fuente alternativa de ingresos fundaron en 1985 la organización aborigen STIBRAWPA,  con el propósito de preservar su cultura y  desarrollar otras actividades además de la agricultura orgánica.

Otra fuente de ingresos importante es el turismo que reciben  en el pueblo, el cual  en un 70% aproximadamente es traído por la Agencia Amadeus, esta actividad permite que las familias del pueblo comercialicen algunas de las manualidades que elaboran,   además contribuyen a que los niños puedan asistir a la  escuela. En el 2010 el pueblo pudo presenciar a los primeros graduados de Bachillerato en Bribrí. 

El programa de protección ambiental contribuye a la economía forestal de la agricultura orgánica para la conservación del medio ambiente y la cultura Bribrí.