Como la mayoría de los pueblos indígenas, los Maleku luchan permanentemente para preservar su cultura. Los rituales de baile son parte de su historia y del culto que sus antepasados siguen transmitiendo a las generaciones más jóvenes.
Anteriormente los entierros se realizaban en sus casas y en los pueblos de cada tribu hablaban su propio dialecto, el español era difícilmente escuchado.
El pueblo Maleku cuenta con aproximadamente 800 habitantes que gozan de vivienda en una Reserva Indígena otorgada por el gobierno localizados a unos 70 km del Volcán Arenal.
Los Maleku explican el origen de la tierra de la siguiente manera:
“Nuestros ancestros dicen que Toca al principio abrió una gran piedra, de ahí salió un hombre que les dijo: Ustedes son el pueblo de los Maleku. Toca creó un gran ave roja que le llamo Ara, el ave sagrada. El dijo: Esta ave es el símbolo de la creación, representará el gran espíritu de cada uno de ustedes”.
Los Maleku están orgullosos de sus raíces indígenas y se empeñan por preservar su cultura hoy día. A pesar de que vivan muy cerca del resto de los costarricenses, son muy diferentes a los Bribris o los Borucas en las inaccesibles montañas de la Región de Talamanca, ellos han logrado mantener muy bien su modo de vida a pesar de la fuerte influencia que tienen de la vida moderna.
Una contradicción que podemos observar es la apariencia de los pueblos, los cuales no son típicos ya que han sido construidos por medio de obras públicas coincidiendo con la arquitectura tradicional costarricense desde hace varias décadas. Sin embargo, es importante recordar que el pueblo de los Maleku es conocido como uno de los más pobres que se pueden encontrar en toda Latinoamérica.
La razón principal por la cual este pueblo se ha aferrado a su lengua y a su cultura, es sin duda
alguna por el orgullo y el espíritu guerrero que perduran hoy en día. En Costa Rica son considerados como un pueblo indígenas que luchan por mantener sus costumbres y tradiciones.
Cuando se visita al pueblo de los Maleku, inmediatamente le llamará la atención unos hermosos tambores y unas mascaras coloridas. En casi todos los hogares hay un artista y usualmente las familias participan en producir artesanías. Los rituales están representados con figuras de animales como el Jaguar que son adornadas con máscaras y otros objetos propios de este pueblo.
El Profesor
Todos los días el profesor Leonidas Elizondo enseña a los niños el dialecto de sus antepasados y la cultura de los Maleku en dos escuelas diferentes. Para llegar a la escuela en el pueblo de Tonjibe, de realizar una larga caminata bajo el intenso calor. Para llegar a la escuela vecina en Margarita, debe caminar cuatro kilómetros sobre calle de lastre, algunas veces tiene la suerte de que lo trasladen en alguna motocicleta.
A pesar de su escaso ingreso económico y de la mala situación de la escuela, Don Leonidas está orgulloso del trabajo que realiza y nos dice: “Solo así podemos mantener la cultura Maleku, siempre y cuando hablemos nuestro idioma y cuidemos nuestras costumbres. Después de mi trabajo en la escuela, dirijo un pequeño grupo de jóvenes, que aprenden conmigo los bailes tradicionales de los Maleku. A ellos les gusta mostrar el “baile histórico” a los visitantes y transmitir los conocimientos de su cultura”.
Le hicimos la siguiente pregunta a Don Leonidas, ¿Cómo ve el futuro de la comunidad Maleku? él nos cuenta, :
“Nosotros somos pequeños agricultores y cultivamos para consumo propio productos útiles tradicionales, como por ejemplo, Yuca, Plátano, pejibaye y maíz. La pesca se realiza en los ríos de los alrededores con gran variedad de especies que son importantes para nuestra dieta diaria. Para sobrevivir algunos de nosotros tomamos trabajos en grandes fincas de la zona que pertenecen a la población blanca. Sin embargo, esto no es durante todo el año, solamente en tiempo de cosecha. Para nosotros la artesanía es una importante fuente de ingresos, pero para poder vender estas artesanías fabricadas a mano usualmente tenemos que viajar hasta San José”.
“A pesar de todos los problemas estamos orgullosos que estamos manteniendo gran parte de nuestra cultura. Nosotros nos alimentamos igual que nuestros antepasados y sabemos la importancia de los rituales de baile. Por eso mantenemos nuestras viejas tradiciones como cuando alguien fallece realizamos los rituales y los entierros en nuestras casas.”
Hoy día nuestros niños básicamente están aprendiendo cosas como leer y escribir, también estudian ingles que con ello podemos mejorar nuestro estilo de vida, pero sin perder nuestra cultura y tradiciones.”
Así se reúnen los niños en el pueblo de Tonjibe, juegan futbol y se cuentan las últimas novedades de las películas de niños en televisión. Además vuelven a hacer las danzas tradicionales con sus trajes típicos y atónitos escuchan las historias de sus antepasados, por supuesto en su propio idioma. Con solo 800 personas en su tribu, hay un gran esmero en mantener la independencia en su cultura y su idioma y Leonidas está muy orgulloso de esto.
Un día de visita en el pueblo de Tonjibe
En una visita a la escuela, tendremos la experiencia de encontrarnos con los niños Maleku en la cual conoceremos su lengua e historia del pueblo. La diversidad de la naturaleza nos llevará a una caminata a conocer al líder del pueblo.
Este pueblo cuenta con grandes conocimientos en el ámbito de la salud, especialmente en plantas medicinales. Las plantas son utilizadas, por ejemplo, en anestesia local, para teñir telas nativas del lugar y en la curación de una gran variedad de enfermedades. Ellos elaboran las telas de los trajes tradicionales que utilizan en ceremonias especiales de un árbol especial.
En general los artistas fabrican los instrumentos musicales tradicionales, las máscaras, el arco mientras los otros observan con atención. Cualquiera puede unirse a esta creatividad siempre y cuando este con el asesoramiento de un experto.
El almuerzo es preparado de manera tradicional y servido en hojas de banano, y cual nos da fuerza para escuchar las enseñanzas de Don Leonidas cuando explica los petroglifos de la aldea.
Después haremos una visita al curandero de la aldea, que también dirige la estación de radio local la cual vale la pena conocer.
Al final del día disfrutaremos de una presentación en el “Rancho de la Aldea” de las danzas que se utilizan en sus rituales este es el lugar tradicional de las reuniones de los Maleku.
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